Sobre Mi

¡Hola! Soy Laura Cosculluela, diseñadora de moda, artesana textil y viajera incansable.

Estudié diseño de moda en la universidad ESDi de Sabadell (Barcelona), así como el grado superior de patronaje y confección. Posteriormente trabajé durante varios años en la industria de la moda, tanto en empresas grandes como en negocios familiares, en los que tuve la oportunidad de explorar y trabajar en distintos departamentos: diseño, control de calidad y desarrollo de prenda, búsqueda de tejidos, patronaje, corte…

Toda esta experiencia me enseñó mucho sobre el mundo de la moda, así como del funcionamiento del fast fashion y sus consecuencias. Mis visitas a varias fábricas en India causaron en gran medida mi desarrollo de una conciencia sobre la gran factura que el fast fashion supone, tanto para el planeta como para las personas que trabajan en los países fabricantes.

Mi otra gran pasión es viajar. He vivido viajando durante varios años, por muchos lugares diferentes del mundo (el Sudeste Asiático, muchos países de Europa, India, Nepal, Mexico, Costa Rica…). Viajar me ha hecho percibir el mundo como un lugar donde merece la pena vivir con toda plenitud. He comprendido el inmenso valor de la naturaleza, y la imperiosa necesidad de cuidarla. Debemos recuperar el contacto con ella, ya que tenemos un mundo precioso y que es nuestro deber conservarlo.

Creo que quienes nos dedicamos a la moda tenemos una responsabilidad en lo que se refiere al respeto al medio ambiente; el fast fashion genera toneladas de “basura” textil, promociona enormemente las modas pasajeras, el cambiar lo que cuelga en nuestro armario cada temporada, lo que supone un gran coste medioambiental. Como diseñadorxs, tenemos la capacidad de cambiar esas reglas, de dar más valor a conceptos como el saber hacer del trabajo manual, la creación de piezas únicas, o trabajar de una manera en la que se creen la menor cantidad de residuos posible. Para ello reutilizo materiales que, aunque son tejidos hermosos y en perfecto estado, la industria deshecha.

Al tratarse de pedazos de tejido relativamente pequeños, cada modelo que confecciono es único en cuanto a la combinación de tejidos y estampados, y siempre intento aprovechar al máximo las materias de que dispongo. Las fornituras que utilizo las compro a empresas familiares españolas, con lo que todo el producto utilizado en mi taller es de proximidad (lo máximo posible) y comprado a un precio adecuado.

Ésta es mi pequeña contribución para crear un mundo un poquito mejor, un mundo en el que el beneficio económico no es lo más importante, en el que las personas llevan piezas únicas, creadas y confeccionadas despacio, con cariño y esfuerzo, hechas por personas cercanas. Esta es la necesidad de la que surge Lärande.